Nos encontramos en una sociedad donde los desarrollos tecnológicos están cambiando nuestros hábitos, y como es previsible, también modificará la forma de aprender y enseñar.
La aparición de M-learning responde a esta situación y engloba diferentes aprendizajes, entre el que están los aprendizajes “móviles”, un aprendizaje más dinámico, directo, flexible y en sintonización con las características del alumnado del siglo XXI. El alumnado por tanto pasará de ser un agente pasivo en el proceso de enseñanza-aprendizaje a participantes creativos y en permanente comunicación dentro de este proceso. ¿Qué efecto tendrá? Todavía no hemos podido saber ciertamente el efecto positivo o negativo que tendrá sobre nuestro alumnado, pero sí sabemos que provoca en ellos una motivación intrínseca muy significativa. ¿Por qué no provocar en los niños el gusto por aprender a través de los elementos motivadores inmersos en la sociedad del siglo XXI?
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